Imagen publicada originalmente por Cayusa en: http://www.flickr.com/photos/cayusa/2051756510/
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Pensaron que nunca llegaría el día en que la mujer podría votar, dejando de ser una propiedad del marido, equivalente a una cabra o un armario. Pensaron que nunca llegaría el día en que un negro y un indio pudieras ser presidentes de su país, ya que estaba científicamente comprobado que estaban más emparentados con los simios que con el hombre blanco. Pensaron que nunca llegaría el día en que los homosexuales pudieran casarse entre sí, ya que la ciencia, nuevamente, los había categorizado como enfermos mentales. Pensaron que nunca llegaría el día en que los obreros dejen de trabajar 16 horas al día, y todo aquel que se opusiera era, mínimamente comunista y antiprogresista. Pensaron, que nunca llegaría en que la quema de brujas y blasfemos dejaría de ser su deber de cristiano. Pensaron muchas cosas, en muchos lugares. Pero el día llegó. De igual manera, llegará un día en que la tierra sea protegida, no sólo para apreciar su belleza de jardín casero. Llegará un día en que los ecología deje de ser una ciencia menor, depósito de esfuerzos de medio tiempo, de filántropos y aventureros locos. Que contaminar sea sinónimo de asesinar. Que cuidar un árbol sea igual que criar un hijo. Que el verde de un toborochi sea más valioso que el verde de los dólares.
Pensarán que nunca llegará el Día de la Tierra.