martes, 2 de junio de 2009

Dos bolivias en las alturas

Mi esposa volvió de un viaje rápido a La Paz. El sur y chilchi arrecia por estos lados por lo que trajo chompas de regalo. Lo que también trajo fue la confirmación de algo que sólo me atrevía a intuir por no haber nunca visitado la sede de gobierno: la división, palpable de razas. Y uso cuidadosamente la palabra raza, y no cultura, estratos sociales o económicos. Uso raza, porque no encuentro otra manera de retratar una linea divisoria en la ciudad de las alturas. En la zona Sur, blancos exclusivamente, en El Alto, aymaras y quechuas también exclusivamente. Se lo que están pensando, en la ciudad de los anillos no es difícil encontrar discriminación. Pero de lo que estoy hablando no es de discriminación, sino de separación de razas. En Santa Cruz, es cierto, hay discriminación, económica, principalmente. Pero pese a todo nos mezclamos. El plan 3000 tan o más pobre que El Alto es un barrio donde se puede encontrar, collas y cambas, indígenas y no indígenas, negros y blancos. No hay una separación tan innegable.

Sospecho entonces la razón del odio. El rencor que da combustible al señor sentado en la silla más importante del país. Entiendo su concepción de revolución indígena, racial, porque fue racial lo que vio como problema.
Intuyo su desdeño por el otro. Entiendo que lo generalizó a los nueve departamentos del país. También entiendo que no me hace el saco, como a muchos en este país. Veo que no tenemos porque participar en la necesidad de revanchismo de un sólo individuo. Son otros los que tendrán que rehacer su concepción de hacer estado. Son otros los que tendrán que integrarse. Por estos lados, hace mucho que estamos más unidos que separados. Por estos parajes, existe una posibilidad de una Bolivia, porque no tenemos miedo de mezclarnos. Tal vez por acá hay muchos que no se quieran, pero se soportan. Lo de los 500 años de segregacionismos les corresponde a otros enmendar.

Mi tesis es incompleta, lo se. Pero esa es la tónica de este país. Sólo alcanzamos parcialmente a intuir lo que significa Bolivia. Sólo la suma de las parcialidades pueden crear patria. Lo demás, son intentos de totalizar el problema y las soluciones, alimentándose de odio y revancha.

2 comentarios:

  1. Es cierto lo que te contó tu esposa sobre las divisiones "raciales" en La Paz. Es jodida la cosa. En Santa Cruz, por ejemplo, no he visto lo mismo: barrios exclusivos para cierto tipo de gente. Aquí en La Paz, donde se asientan aymaras difícilmente un mestizo va a construir su casa y viceversa. Lamentable. Por suerte de a poquito este panorama ha ido cambiando, pues casi imperceptiblemente muchos de los edificios construidos en los últimos 10 años en la Zona Sur (la más exclusiva de la ciudad) pertenecen a comerciantes aymaras. Lo ideal sería que la visión racista de las personas también cambie, pero ésta se ha ahondado más en los últimos años con el Evo en el poder.

    En fin. Otro saludo.

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  2. Vania: Es necesario ser honestos con nosotros mismos. Todos tenemos una cuota de responsabilidad en el estado de terror actual.

    Gracias por opinar

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