miércoles, 4 de noviembre de 2009
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domingo, 18 de octubre de 2009
Heroe
Melgar respiró aliviado al verse solo. Se había quedado dormido. La noche en el chaco apenas comenzaba y el frío era intenso. Luchando contra el sueño se acomodó contra un árbol sin hojas abrazando su fusil. Era viernes y estaba de guardia. Esa semana había sido atípica. A diferencia de los meses desde su llegada al frente sin ningún encuentro con los pilas, Melgar paso dos días agachado atrás de una piedra amiga escuchando los silbidos de las balas enemigas. Su respuesta se había limitado a deslizar su fusil por encima de su escondite disparando con los ojos cerrados. No había comido practicamente nada en dos días y, para su desgracia, recordó el sabor de la pasoca de los sábados. La cocinera era tia Negra, vecina de la cuadra que se hizo cargo de la crianza de Melgar a la muerte de su madre. Todos los sábados el canchón reventaba de amigos y parientes. Siempre había algo que comer y algo de que reír. Fue precisamente lo real del recuerdo lo que disparó su alarma. Se dio cuenta que había pasado la frontera del recuerdo y la añoranza a las telarañas del sueño y sus peligros. Lo primero que vio al abrir los ojos fue a Mercado mirándolo en silencio son su arma en las manos. Antes de que ninguno dijera nada, Mercado se desplomaba y su uniforme se manchaba de rojo a la altura del corazón. Alertado por el ruido, el Sargento Martinez apareció en un par de segundos. Melgar todavía tenía el fusil en las manos apuntando el vacio donde antes estuvo parado Mercado. "¿Que pasó aqui?", preguntó Martinez . "Nada", respondió sin inmutarse Melgar, "Lo pillé durmiendo de guardia". Martinez pestañeo dos veces y dijo, "Bien hecho soldado, con guerreros como usted ganaremos esta guerra". Dos horas después Melgar continuaba peleando contra el sueño y la aflicción de llegar a fin de semana con más bajas bolivianas que enemigas en su haber.
martes, 6 de octubre de 2009
lunes, 21 de septiembre de 2009
Nombres
jueves, 10 de septiembre de 2009
Encuentro cercano
jueves, 3 de septiembre de 2009
Merengue, burbujas de amor y un señor llamado Guerra proclamando Paz sin Fronteras
Apurado como siempre, agarre a la que tiene la llave de mi corazón y salimos veloces. El cielo se pintaba lloroso. No importa, dijo mi guaraya alemana, que nos llueva café esta noche. Llegando, varias señoras se peleaban por vendernos de esos ponchillos que uno debe usar si quiere pasar el Niagara en bicicleta. Se veían las señales humo de la comida rápida alrededor del estadio y las avispas atraidas por el azucar de los mocochincheros. El público llegaba como abejas al panal. La cola para gradería era considerable. Mas larga da las que más de uno tuvo que padecer, buscando visa para un sueño. Nosotros estábamos a salvo. Haciendo caso omiso al costo de la vida, teníamos entradas para cancha. Adentro, el escenario era un farolito en la oscuridad, una bendita luz. Un avion a hélice nos trajo a Juan Luis, a partir de ahí fue complicado para su servidor. Tengo dos pies izquierdos asi que seguir la bachata rosa de mi esposa fue un reto que cumplí a medias. Ella es literalmente, una woman del callao. Frío frío era mi desempeño en la pista de baile. En busca del ritmo mire al cielo y pude ver las estrellitas, pero no a los duendes. Vale la pena, me dije, tropezarme para encontrar el 2x2 del merengue. Después de todo, Juan Luis había sido testigo invisible de esa mañana blanca, cuando camine hacia mi esposa y pedí su mano, burlando los nervios que hicieron subir mi bilirrubina. Después de una hora y media de travesía, el avión a hélice despegó dejandonos a todos en la mente la certidumbre que la vida se burla de nosotros, llamando guerra a un testimonio de amor y alegría. Ya en casa, me prometí que para la próxima, el merengue no iba a ser un problema.
miércoles, 29 de julio de 2009
¿Ewan McGregor en Santa Cruz de la Sierra?
"Long Way Round" fué una serie de televisión que seguia las aventuras del actor británico Ewan McGregor y su amigo Charley Boorman a traves de su viaje alrededor del mundo a bordo de sus motocicletas BMW R1150GS Adventure. Los aventureros partieron de Londres con dirección este, pasando por toda europa, a traves de países como Mongolia y Rusia, cruzando en avión a Alaska con destino final Nueva York. La serie de gran éxito fue seguido por su secuela "Long Way Down". En esta nueva aventura McGregor y Boorman cruzan Europa y Africa de norte a Sur, desde Escocia a Sudafrica.
Ayer, mi amigo Warren McCaig, iba manejando su kawasaki 650 por la avenida Doble Via a La Guardia cuando diviso dos motos BMW identicas a las de la serie acercarse en dirección contraria. Al pasar junto a él vio que uno de los motocilistas tenia el visor abierto y, afirma Warren, se parecia mucho a Charley. Este es el camino que tendrían que tomar si uno llega de Argentina o Paraguay. Lo cierto es que investigando en la red, encontramos declaraciones de Ewan McCregor donde afirmaba que tenian intenciones de realizar un tercer viaje, cruzando américa de súr a norte. Los rumores son que el nuevo show se llevaria a cabo el 2009 y titularia "Long Way Up" partiendo del Cabo de Hornos en la Patagonia para concluir en California.
Entonces hay muchas posibilidades que, mientra escribo este post, McGregor y Boorman deben estar dejando Santa Cruz despúes de disfrutar una noche en la capital cruceña. Como este blog sólo lo leen tres personas en todo el mundo, no tengo temor de romper su anonimato y asi hacer peligrar su tercera aventura, esta vez a través de tierras sudamericanas.
jueves, 23 de julio de 2009
Nariz de payaso
No me gustaban los payasos. Me refiero a los payasos de circo. Aún ahora, cuando veo un payaso viejo, siento infinita tristeza y lástima. Se que tiene que ver con mi postura orgullosa ante la vida, y reconozco que llegué a considerar la profesión de payaso como denigrante. El maquillaje absurdo, la nariz roja, la sonrisa fingida, todo indigno en un hombre o mujer. Sin embargo el rechazo poco a poco dio lugar a la curiosidad y el asombro. ¿Que tipo de personas eran aquellas que no dudaban en ponerse los zapatos largos y puntiagudos mientras otros usaban el traje y la corbata? ¿En que antiguo y tal vez secreto tratado aprendían a obtener el coraje para tal oficio? ¿Cómo eran en la intimidad estos personajes, lejos de los niños y los globos de colores? ¿Se reían con los suyos con la misma intensidad que con el cliente? ¿Todos sus pantalones eran abombados? ¿Qué hacia para divertirse un payaso, si su jornada son muecas y pitidos? La resolución de estas incógnitas podría dar luz sobre aspectos insondables del espíritu humano, causa de tantos comportamientos absurdos.
El panorama se aclaró al caer en cuenta que en muchos aspectos debe ser una profesión liberadora. El payaso debe tener bien claro lo que quiere en la vida sabiendo que muy pocos entienden o valoran su profesión como digna y necesaria. En ese sentido, convertirse en un payaso seguro de si mismo y convertirse en una persona segura de si misma comparte el mismo primer escalón: Reírse de uno mismo tendría que figurar como materia en el primer semestre de la universidad de la vida. Reírse de uno mismo es signo de madurez. Superar el miedo al ridículo es la máxima expresión de la negación personal y la negación personal es el inicio de la libertad. Por eso ahora sé que mi rechazo inicial era envidia disfrazada. Envidia de un ser humano que acepta lo que hace y no le perturba la bulliciosa opinión del otro.
jueves, 16 de julio de 2009
Jhon Williams es el propio!!!
Encontré este video casi por casualidad. Su autor es un canadiense llamado Corey Vidal y su video fué nominado para el People`s Choice Awards de este año. Como seguidor incondicional de Jhon Williams supe desde el principio que tenia que colgarlo en mi blog aunque se alejara un poco del tono del mismo. Espero que lo disfruten. (Veanlo con los subtítulos activados)
martes, 14 de julio de 2009
La paz sea con vosotros
Zachary Karabell repasa en su obra "Peace be upon you" la historia compartida entre judios, musulmanes y cristianos, detallando brillantemente episodios duraderos de coexistencia pacífica, llenando los agujeros de su historia común, que principalmente proyecta violencia y desesperación. No es una simple oda a la paz, es un estudio científico que esgrime argumentos sólidos contra la estigmatización de la relación entre las diferentes religiones como una milenaria guerra santa. El todo es más que la suma de las partes. La historia, como llega al ciudadano de a pie, se nutre de los espacios en blanco y de las ambigüedades que los libros de texto dejan. El autor revisa milenios de paz, coexistencia tolerante y mutuo beneficio donde la guerra y el enfrentamiento es la excepción y no la norma.
El mecanismo que desentraña Karabell funciona no sólo para la revisión de la historia en el medio oriente, sino que, es posible de extrapolar a casi cualquier disputa entre pueblos, naciones o identidades. Así encontramos las verdaderas causas del odio y la violencia, basadas más en los silencios complices que en los discursos efusivos, más en la propaganda política que en guerras y escaramuzas, más en los disturbios recientes que en los siglos de coexistencia pacifica. "Peace be upon you" es un libro recomendable para todos aquellos que buscan en el pasado nuevas perspectivas para un futuro sostenible.
jueves, 9 de julio de 2009
Barbijo
miércoles, 1 de julio de 2009
Con los ojos abiertos
Los ojos de un niño me hicieron meditar acerca del cambio en la manera de contemplar al mundo mientras crecemos. Revisando cronológicamente mis fotos, descubrí que tendemos a bajar la persiana de nuestra mirada al hacernos mayores. Me pregunto entonces:
miércoles, 17 de junio de 2009
Toborochi Herido
viernes, 5 de junio de 2009
Sobre payasos, sueños e ilusiones
Ariel es amigo de mi hermano. Además de actor, periodista y guionista de cortometrajes es artista circense. Relacionado con esta última faceta de su vida nos contó la reacción de sus padres cuando les informó que se unía al circo por unos meses. Su mamá, con lógica irrefutable, pensaba que era un retroceso en su carrera laboral. Había aparecido ya en algunas campañas publicitarias de una telefónica local. Su padre sin embargo, estaba preocupado por enseñarle el truco clave que todo buen payaso debe saber. "Los tirantes", le dijo emocionado, "no sabes las cosas que puedes hacer con los tirantes" mientras deslizaba sus manos sobre los que tenia puestos. Esto me hizo recordar una de las cosas que me atrapo al leer Cien años de Soledad: la sana locura de la estirpe masculina de los Buendia. Mientras que las mujeres eran el cable a tierra en el mundo maravilloso de Macondo, los hombres buscaban la piedra filosofal, descubrían que la tierra era redonda sin salir de sus estudios, comenzaban y terminaban guerras milenarias, descubrían los secretos de los sabios de babilonia, fundaban ciudades, encontraban barcos encallados en plena selva y muchas cosas que me no me permitian parar de leer.
La ficción es tan poderosa porque tiene asidero en como nos desenvolvemos en esta tierra y como interactuamos en nuestras relaciones entre los sexos. Todo hombre tiene un poco del fundador de Macondo. Todos tenemos algo de esa sana locura que nace con nosotros y nunca termina de morir, o nunca podemos matarla. Dicho de una manera simple, todos somos niños en el universo de la fantasía. Todos los varones tenemos un rincón personal que nos conecta con ese espíritu soñador que nos inundaba cuando infantes. Es tal vez, el playstation que usamos a escondidas de nuestras esposas. Es tal vez, el aeroplano a escala que estrellamos los domingos. Es tal vez, el mundo que creamos en las letras, en los libros, o en la red infinita de blogs. Pequeños mundos. Como el principito de Saint- Exupéry, como el Dick Sand de Verne.
Creo que Edward Bloom, el personaje central de Big Fish, resume certeramente este espíritu de aventuras cuando dice:
"Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fuí un iluso"
martes, 2 de junio de 2009
Dos bolivias en las alturas
Sospecho entonces la razón del odio. El rencor que da combustible al señor sentado en la silla más importante del país. Entiendo su concepción de revolución indígena, racial, porque fue racial lo que vio como problema.Intuyo su desdeño por el otro. Entiendo que lo generalizó a los nueve departamentos del país. También entiendo que no me hace el saco, como a muchos en este país. Veo que no tenemos porque participar en la necesidad de revanchismo de un sólo individuo. Son otros los que tendrán que rehacer su concepción de hacer estado. Son otros los que tendrán que integrarse. Por estos lados, hace mucho que estamos más unidos que separados. Por estos parajes, existe una posibilidad de una Bolivia, porque no tenemos miedo de mezclarnos. Tal vez por acá hay muchos que no se quieran, pero se soportan. Lo de los 500 años de segregacionismos les corresponde a otros enmendar.
Mi tesis es incompleta, lo se. Pero esa es la tónica de este país. Sólo alcanzamos parcialmente a intuir lo que significa Bolivia. Sólo la suma de las parcialidades pueden crear patria. Lo demás, son intentos de totalizar el problema y las soluciones, alimentándose de odio y revancha.
viernes, 29 de mayo de 2009
Memorandums
A: Directores de prensa de TV bolivianos
CC: José Pomacusi
- No es necesario repetir todos los días los enlaces simultáneos con unidades móviles en distintos puntos de la ciudad, o con enviados en locaciones alejadas, o con otras ciudades del país. Si no tiene un objetivo práctico, dividir la pantalla entre todos los mencionados en casi todas las ediciones de su informativo sólo es una pretenciosa muestra del poderío técnico del canal. El ciudadano común no necesita ser recordado de la capacidad económica del medio televisivo.
- El uso excesivo de los cuadros informativos utilizando como música de fondo temas de películas de suspenso puedo cansar al público. Hay noticias que no requieren tales recursos pedagógicos. Denle un poco de crédito a la inteligencia del televidente.
De: Diván de Tacuara
A: Presentadores (as) de TV bolivianas
CC: Todos los que han trabajado con José Pomacusi
- Si te molesta el hecho que te ves como un robot porque el director te dicta casi todo lo que dices, no le des más vuelta al asunto y renuncia.
- Si piensas cambiar de profesión a modelo de lencería, date cuenta que nunca podrás ser considerada de nuevo una periodista seria (tal vez podrías trabajar de presentador de programas de farándulas, pero afrontalo eso no es un trabajo, con Sixto ya tenemos suficiente).
De: Diván de Tacuara
A: Modelos de lencería
- Si piensas hacer el salto a la televisión como presentadora, no te fíes de los consejos del productor que se basa solamente en tu curvilínea figura y tu sonrisa matadora como fórmula infalible para el éxito del programa. Agarrá un libro y ponte a trabajar.
De: Diván de Tacuara
A: Presentadores de programas deportivos
CC: Fermín Zabala
- Aunque no lo crean, opinar sobre fútbol requiere de cierto ingenio. Si piensas que el fútbol se resume a ganas y técnica de los jugadores y la táctica no es un factor decisivo, no eres bueno en tu trabajo, dale campo a jóvenes que tal vez si saben lo que dicen.
De: Diván de Tacuara
A: Productores de programas culturales
- Es posible hacer programas educativos y divertidos al mismo tiempo. Miren Discovery Channel, History Channel, etc. Si aún así no se te ocurren ideas ponte hacer programas de farándula.
De: Diván de Tacuara
A: Productores de programas de farándulas
CC: Hans Cáceres
- Paren de hacer más programas de farándulas. Esto no es California, aquí las celebridades se resumen a unas cuantas modelos y sus cortejos de turno y a los mismos presentadores de farándula. Estamos cansados de ver las primicias de noticias de estrellas estrelladas.
- En serio, por favor, paren de hacer más programas de farándula.
De: Diván de Tacuara
A: Productores de programas de televentas
CC: Marian Nazrala
- Las prendas de vestir no tienen sabor, ni otras cualidades más alla de sus características físico químicas. Si te empeñas en tratar de vender recurriendo a inventar calificativos raros para el producto, eres mala en marketing, pero tal vez tengas un chance en la poesía.
viernes, 15 de mayo de 2009
Sobre la posibilidad de pais
Afinar la autonomía como proyecto nacional
Lo que antes apenas lográbamos intuir, como algo etéreo, hoy se nos presenta sólido, terrenal, incuestionable… Esa verdad desnuda y lacerante con la que tropezamos en cada esquina durante esta disyuntiva histórica es la certeza de que Bolivia, como símbolo anudador de la diversidad en el territorio nacional, es un espejismo.
Hoy nadie puede negar que el proceso reformista que desembocó en la fallida Asamblea Constituyente fue necesario. La caducidad de Bolivia como símbolo de nación era perceptible desde antes de que el indigenismo de Evo Morales se convirtiera en la primera fuerza política en el país, o desde antes de que las autonomías fueran causa común en más de la mitad del territorio nacional.
En el primer Gobierno de Goni se incorporó lo multiétnico y lo pluricultural en el primer artículo de la Constitución Política del Estado (CPE), poniendo en evidencia que la cualidad unitaria en ésta no representaba la realidad. Tanto en las montañas como en la llanura, para mestizos o indígenas, ricos o pobres, cambas o collas, los símbolos que tiraban del imaginario colectivo relacionado con conceptos de nación y patria eran otros. Lo nacional era un ropaje impuesto, algo que sólo estaba ahí.
Nacida en el oriente, la descentralización autonómica se ha convertido en el elemento nodal de la reforma constitucional. La autonomía se consolida como el instrumento ideal para lograr un pacto nacional y la unificación del país. Sin embargo, si se pretende cimentar la unidad de Bolivia en un experimento político en torno a la asociación de identidades nacionales, viable en otras regiones del mundo, la complejidad de la coyuntura boliviana lo hace incompleto. Lo legal no implica lo simbólico.
En ese sentido, el nacionalismo indígena llevado al extremo por el partido en función de Gobierno es, en parte, una respuesta inviable a una pregunta sin formular, aquélla que apunta a un agujero donde debería encontrarse la identidad nacional. Es la falta en torno a lo boliviano lo que se pretende reconstruir tras cada guerra perdida, heroicamente tal vez, pero perdida al fin. Por esto, ambos proyectos, con sus luces y sus sombras, tienen una misma raíz.
Como queda evidenciado en la dinámica nacional, el proyecto autonómico es el único que puede llegar a buen puerto, puesto que su organización política y económica es viable en la aldea global. Dentro de las variables de autonomías propuestas, la salida práctica sería aquélla que mencionábamos como posibilidad: la de una asociación de Estados-nación con identidades diferentes. Pero como lo racional no domina los designios de lo humano (el Gobierno es una muestra tragicómica de lo expresado), el pacto entre diferencias complementarias ha sucumbido frente a la vorágine de la violencia. Queda entonces afinar la autonomía para que sea atractiva al rival. Acaso el paso inicial sea, como lo entendieron los analistas constitucionales, el pacto en torno a las autonomías indígenas (no así las autonomías regionales, que son impracticables).
La autonomía es la fórmula última para que lo boliviano deje de ser un signo vacío, y para esto necesita arroparse con los colores simbólicos de una posibilidad de país. Lo otro, más allá de nuestras intenciones, sólo nos conducirá al abismo de una guerra civil.
jueves, 14 de mayo de 2009
Doña Aida
martes, 5 de mayo de 2009
Delirios
viernes, 24 de abril de 2009
Más allá de las ilusiones (Primera parte)
La aparición de personajes carismático que tiran de las riendas del inconsciente colectivo no es un fenómeno de estos tiempos, ni mucho menos, pero podemos utilizarlos para tratar de analizar un poco todo aquello. Tal vez, aunque fenómeno cíclico, y esto es lo importante, podamos distinguir rarezas propias de estos días. Siempre buscamos héroes, buscamos la figura del padre en cada una de las expresiones que nos llenan, que nos hacen sentir vivos. La esperanza, para muchos esta empedrado por pequeños grandes héroes. Pequeñas y grandes desilusiones . Todo héroe terrenal es humano, por lo tanto fallido en tanto nuestras expectativas. Hoy en día, ante la ausencia de una gran confrontación política ideológica no se ve la necesidad de tomar partido. Al principio eso creó una especie de desesperanza en los hijos de la década de los sesenta, no veían en las nuevas generaciones a alguien digno de pasar la posta. En cierto sentido tenían razón, nos están vendiendo ilusiones. La tecnología emergente como el Internet creo espacios culturales donde se refugiaron algunos pero no consiguen dar sustancia a su accionar. En realidad ahora, los movimientos auténticamente nobles en sus alcances se resumen en dos: el de defensa de los derechos humanos y el de sostenibilidad medioambiental, lo demás es solo espuma. A un nivel personal, la certeza de que casi todo es relativo en nuestra existencia hizo de que me dejara de interesar la búsqueda de ilusiones. Este proceso de entendimiento emocional y racional se basó en la fe, y es que comprendí, que más allá de las ilusiones, sólo se encuentra la fe.
jueves, 23 de abril de 2009
El silencio como complicidad
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista
no protesté,
porque yo no era judío
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Acerca de la posibilidad del terror
Este no es un blog sobre política. Así que no habrá un seguimiento minucioso a la situación del país en ese sentido. Sin embargo, hay aspectos de los que no puedo dejar de escribir. El terror incursionando como posibilidad tangible en el país es uno de ellos. Este país sólo puede ser comprendido por nosotros. No creo que la coyuntura pueda ser analizada por un analista externo sin el debido trabajo de investigación exhaustiva. La realidad boliviana es peculiar, no comparable con vecinos próximos. Es por eso, por comprender a mi país como creo que lo comprendo, cuando se postulaba la idea que la situación boliviana podía desembocar en una guerra civil, o en un terrorismo virulento, me parecía improbable. Ahora el estado de las cosas ha trasvasado un punto importante: el terror aparece innegable. No estoy hablando sólo de la presencia de extranjeros en Santa Cruz con motivación es ambivalentes y antecedentes de violencia. No hablo sólo de un operativo gubernamental que nos hace suponer que sólo hubo tiros en una sola vía. No son sólo las incongruencias con que nos tienen acostumbrados los cerebros del MAS. Es el hecho de que, más allá de conocer las motivaciones reales de los protagonistas y discernir los hechos como realmente pasaron, nada, pero nada podrá hacer desaparecer el sin sentido que trae el terror. Ese miedo que yo no conocía por haber nacido con la democracia, el pavor de no sentirse seguro en su hogar, la sinrazón de la violencia anónima, hacen que Bolivia se adentra en mares desconocidos en su historia reciente. No tengo idea acerca de las posibilidades de llegar a buen puerto. Es más, a estas alturas, no estoy seguro en que consiste una salida airosa para este clima de inseguridad generalizada. Lo que si estoy seguro, es que el único remo que tenemos en esta tormenta en alta mar es el activismo pacífico, no violento, sin doble posturas ni cartas bajo la manga. ¿Acaso no son estas las cualidades de un buen cruceño?
viernes, 3 de abril de 2009
Acerca de nuestros migrantes
Pancho, mi primo, esta en Japón. La cosa no da para sonreír. La crisis mundial llegó al país de Hayao Miyasaki. Resultado: Pancho esta cesante. La noche antes de que parta, hace un par de años, nos reunimos los primos más cercanos, aquellos que nos identificamos porque tenemos un sentido del humor parecido, que es una forma elegante de decir que nos reímos de las mismas tonterías. Nos sacamos unas fotos y fuimos a un café del centro. Contábamos con que Nano, mayor que nosotros, nos acercara de vuelta a la casa del viajero, pues él nos había llevado. Como pueden adivinar nos vimos obligados a volver a pié, en la madrugada cruceña. Así es Nano, algo distraido. Una vez charlando en uno de los inmutables churrascos de sábados por la tarde en la casa de la abuela, lo escuche haciendo planes para exactamente la misma hora en que habíamos quedado para jugar pelota tan sólo cinco minutos antes. Lo cierto es que nos hizo un favor. La caminata facilitó la digestión y el adiós. Las calles desnudas de gente y automóviles emocionó a tal punto el corazón minimalista de mi hermano Javier, que prometió hacer un cortometraje de esa noche. El fue el único que se permitió soltar una lágrima cuando abrazamos a Pancho en la puerta de su casa. Ya en el aeropuerto, le toco el turno a mi tío de sorprenderme cuando, rompiendo la rigidez japonesa, abrazó fuertemente a su hijo, estoy seguro que no era la primera vez que lo hacía, pero no recuerdo haberlo visto antes.
Pancho es uno de los afortunados, regresará a fin de año con el dinero suficiente para seguir estudiando. Ese era el plan. Existen otras historias para las cuales parece más difícil un final feliz. La hermana de mi esposa vive casi diez años ilegalmente en Estados Unidos. La actual crisis mundial hace improbable una oportuna regulación de su residencia. Mucho más probable es que nosotros vayamos a visitarla, a pesar de nuestros propios problemas económicos. Ciertamente tenemos más facilidades en ese aspecto, aunque no vivamos en el primer mundo.
Si lo pensamos detenidamente, migrar es algo casi natural. Desde que el hombre es hombre camina hacia el horizonte. Lo que en realidad nos asusta es que nunca nos sentimos más indefensos que cuando nos estamos solos. Es la soledad y no el hambre lo que mata a la mayoría de los inmigrantes sin trabajo en las solitarias calles de Tokio o Madrid. Sólos también se quedan nuestro hijos, nuestros hermanos y amigos, escupiendo su rabia por no saber exactamente si están mejor o peor que los que se fueron. Es entonces que me acuerdo de que los chinos tienen una misma palabra para oportunidad y crisis. Me doy cuenta que aunque el país parece desangrarse, con la sangre también viene la vida. Nacemos y morimos en dolor. El dolor por la ausencia es parte de la vida. Los que vuelven por propia voluntad, sin o con dinero habrán ganado. Porque en el proceso dejaron de ser niños y se convirtieron en hombres.
jueves, 26 de marzo de 2009
Sobre la muerte como parte de la vida
Hace un par de días recibimos una tarjeta agradeciendo por haber asistido al funeral del tío de Loly, Toño Chacana. Cuando finalmente murió, tío Toño había padecido tozudamente los embates de un cáncer de colon, usando el buen humor para exprimirle un segundo más a su existencia. Chacana había sido un personaje muy conocido en los círculos de la noche cruceña. Siempre presto a producir a grandes y pequeños músicos, era uno de esos promotores invisibles del jolgorio ajeno. Cuando llegué al velorio empecé a intuir cuan irreal iba a transcurrir la jornada. El día en que familiares y amigos lo despidieron era, precisamente, el día del músico.
Inmediatamente me vino a la mente aquel cuento que García Márquez nunca escribió. Para aquel fallido cuento Gabo se inspiró en un sueño donde se veía muerto, festejando con sus amigos más entrañables en medio de su propia procesión fúnebre. El autor de “Cien años de Soledad” nunca pudo darle el tono preciso de fiesta perfecta con la cual soñó, por eso lo abandonó. Mientras recordaba aquello se iban llenando las sillas en medio del patio, a la sombra de una parra de uva. El ataúd estaba a un costado, escondido en un cuarto en penumbras, acompañado por una pareja de ancianos. El señor usaba tirantes y vestía pulcramente. Se podía ver que eran extranjeros. Eran los padres del muerto que llegaron apenas a tiempo para pasar el último día con vida de su hijo. Luego los cantos comenzaron. En un improvisado escenario fueron desfilando, cantantes de música oriental, rockeros, jóvenes con cabello largo y tatuajes, señoras de mediana edad con un potente do de pecho, nuevos cantantes, músicos viejos, autores de siempre. Todos rindiendo el último tributo a su amigo, llorando y cantando.
Muchas veces la forma como morimos define, en un instante, la esencia de nuestro paso por la vida. Recordé a Alberto, acabado también por un cáncer de estomago, producido con toda seguridad por sus más de 20 años de alcoholismo sin pausa. Siempre asiduo de la casa de mis suegros, era el que ayudaba acá y molestaba allá. Algunas veces se ausentaba días, semanas, pero sabíamos que aparecería tarde o temprano, con su mirada vidriosa, cariñoso si era el final de la tarde. La última vez se perdió por casi un año, y aunque sabíamos que el hombre estaba enfermo nos sacudió la noticia de su muerte. Era, al final de cuentas, parte de la familia. Cuando le contamos por teléfono a mi suegro la noticia, nos contó que la noche anterior se había soñado con él. Alberto se despedía de su amigo mostrándole sus botas nuevas.
También recordé a Don Wilson, amigo de mi padre. Recordé su rostro moteado por la viruela y como expresaba la seguridad de un hombre que no pide disculpas por el desorden que deja a su paso por el mundo. En sus últimos días, a pesar de estar recluido a la silla de ruedas, no ansió ni por un segundo que sus días se acabasen pronto. El hombre era orgulloso. Cuando finalmente la certeza de la muerte lo invadió, en una solitaria noche en la cama de un hospital, trató de dar pelea y le pidió al muchacho que lo cuidaba que cerrará la puerta, porque su alma se quería escapar.
Todo esto me cayó como una epifanía al llegar al cementerio. Mientras escuchaba a un trompetista afligido con todo el dolor del mundo despedir a su amigo con sordas notas, reconocí al hombre apoyado en un mausoleo humedecido por el tiempo. Morocuá, el payaso más famoso del pueblo, lloraba también.
martes, 24 de marzo de 2009
Sobre animales y sus amos
Días despues, en una de las míticas lluvias que nos esta acostumbrando el calentamiento global en tierras grigotanas, Alvaro (alias Caraseca), consideraba seriamente hacer lo mismo con la reproductora de la granja de cerdos del Hogar Nacer, que está a su cargo. Al parecer Caraseca no dudo en arrojarse al atajao de los patos para cargar los más de 100 kilos del moribundo animal. La cerda murio ahogada luego de escaparse del corral. A diferencia del primer caso, fue el miedo a la reprienda y no el amor lo que movio tan heroico accionar.
El viernes pasado me alegre de ver a Jerry en buena forma. A la cerda nos la comimos hace dos semanas.
La no-violencia como estrategia política
Durante la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos la estrategia que usaron los activistas contra el poder racista del sur, no estuvo definida por líneas culturales, filosóficas, políticas o teológicas. La elección de la no-violencia como estrategia de lucha fue convenida porque la misma era políticamente correcta. Evitar tenazmente caer en el ojo por ojo ante la embestida de los bastones de la policía sureña estadounidense, no significó una entereza particular de los activistas, sino la certeza de que ante la desventaja en la relación de fuerzas, la superioridad moral implícita en su accionar político les llevaría a la victoria final. La no-violencia no significa pasividad ante la injusticia, sino más bien, es la respuesta activa que desarma a la locura del terror mediante la integridad en una respuesta moralmente superior. Asimismo, una contestación no-violenta impide la necesidad de revancha que acrecienta el caos reinante, desconcertando las expectativas de sangre que tiene el rival.
Es necesario una dirigencia valiente que proponga una base ética opuesta a la del gobierno nacional para las diferentes medidas que se podrán tomar a lo largo de los meses o años que dure el quiebre histórico en Bolivia. Así como lo hicieron los activistas sureños, la dirigencia también tendrá que articular todas las expresiones de insatisfacción, todas las medidas de presión, todas las protestas, marchas, tomas y bloqueos mediante los lineamientos de la no-violencia para que la estrategia sea efectiva. Estas acciones, aunque puedan ser tildadas como ilegales en su forma, contendrán la legitimidad tácita concedida por su honestidad moral. Llámense Conalde, Prefecturas, Comités Cívicos o cualquier articulador político contrario a los afanes dictatoriales del gobierno nacional, tendrá que tomar las riendas del descontento generalizado y transformarlo en medidas efectivas que contengan la ética necesaria para contrarrestar el maquiavélico manejo del estado que hace el partido en gobierno.
Fue Gandhi, aquel que llevó por primera vez la No Violencia de principio filosófico a instrumento político, el que afirmó que algunas veces los líderes deben apurar el paso, y seguir al pueblo, pues éste ya se puso en marcha. El último movimiento de peones del gobierno nacional y el desborde tangible que vemos en las filas de la media luna, hace prever que la guerra fría en Bolivia llega a su fin. Estamos ante una disyuntiva histórica en donde la responsabilidad de los actores define la supervivencia de Bolivia como país democrático, y esa supervivencia se dará en la medida de que se haga un manejo responsable de los medios a utilizar, puesto que en realidad, no tenemos control real del fin.